Hace tiempo que ví por las redes lo de los crullers y ni idea que eran exactamente pero vamos que tenían buena pinta eso es algo que está claro.

Buscando la definición y orígenes es un pastel rizado en forma de anillo que va frito, vamos tipo donuts y rebozado en azúcar o incluso con azúcar y canela. También se podría asemejar a nuestros churros aunque no son tan redonditos y nosotros los hacemos con aceite.

Ya puestos a innovar he usado para ello horchata que me entró en la Disfrutabox con stevia por lo que tiene menos azúcar, así como un 90% menos.

La caja es una gozada, recibir en casa todos los meses una sorpresa con productos de belleza, hogar y alimentación, ¡¡qué más se puede pedir!!

En cuanto a los crullers son muy fáciles de hacer y ricos, así que os animo a que los preparéis porque al final caen como rosquillas.

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:

Calentamos la horchata con la canela, mantequilla y azúcar cuando esté a punto de hervir retiramos del fuego y quitamos el palo.

Agregamos la harina y removemos rápido para que se mezcle bien.

Lo volvemos a llevar al fuego y cocinamos unos minutos para quitar el sabor de crudo de la harina.

Retiramos del fuego y pasamos la masa a un bol, le añadimos el huevo ligeramente batido y mezclamos bien con energía hasta tener una masa ligera pero no muy líquida. (Si vemos que queda muy espesa se le puede agregar un poco de agua)

Metemos la masa en una manga con boquilla rizada y hacemos como rosquillas sobre cuadraditos de papel de horno.

Ponemos una sartén aceite y vamos friendo las rosquillas a temperatura constante de 175-180º con el papel hacia arriba, con el calor se desprende solo.

Sacamos a un plato con papel absorvente y después les cubrimos con un glaseado al gusto.