Se acerca el fin de semana y desayunar un buen bizcocho es cosa casi de pecado. Puedo deciros que este que propongo hoy le he preparado ya muchas veces y en con algún cambio porque al peque el café no le va mucho pero está brutal. Esponjoso, fácil casi no se requiere nada y puede hacerlo hasta el más torpe de la casa, con ingredientes de los que podemos encontrar en cualquier sitio, porque a mi me revienta querer hacer algo y no encontrar algún ingrediente o pensar por lo que lo puedo sustituir quedando ya algo diferente del original.

Con este bizcocho no pasa, en cualquier súper puedes encontrar todos los ingredientes y si te pones ahora este finde te hacen la ola en el desayuno, avisado quedas!!!!

La verdad es que la almendra da una textuta en los bizcochos que no había decubierto hasta hace poco y me encanta. El café, pese a que no soy cafetera, le da un toque rico y no muy cargado.

INGREDIENTES (molde 22 cm):

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 180ºC

Preparamos un café con el agua que calentaremos y después disolvemos el café y dejamos enfriar.

A parte en un cuenco mezclamos la harina con levadura y sal, tamizamos y reservamos.

En un bol batimos huevos con el azúcar hasta que queden esponjosos, después incorporamos la vainilla y el queso, y cuando esté todo bien batido, agregamos en forma de hilillo el aceite sin dejar de batir.

Una vez listo, incorporamos la almendra molida. Cuando esté bien integrada añadimos un poco del café alternando con la harina hasta terminar con toda ella.

Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y con papel en la base e introducimos en el horno que teníamos precalentado de 40 - 50 minutos.

Dejamos enfriar.

NOTA: Se puede sustituir el agua y café por la misma cantidad de zumo de naranja y añadir la ralladura de 1/2 naranja. El resultado increíble.