Aunque sigamos en casa por fuerza mayor, estamos en Semana Santa, y más o menos tenemos tiempo para poder preparar dulces de esta época e incluso regalarles a los vecinos para acercarnos un poco más aunque sea un poco en la distancia.

En este tiempo en casa echo a mucha gente de menos, a la familia directa que no puedes ver ni achuchar, a los amigos y a mis conejillos de indias, quienes hacen el sacrificio de probar muchas de las cosas que salen de mi cocina y colaborar para que no engorde más de la cuenta.

Esta receta esta buscada y pensada parea mi amiga Sonia, ella es valenciana pero se vino para Palencia pro amor, locuras que se hacen!! Pues por tradición, su madre le manda todos los años por estas fechas el panquemao, el que come desde niña. Este año es algo impensable, por lo que he querido acortar esa distancia entre ambas preparándolo en casa, ya veré como se lo hago llegar o al que siga la receta, pero al menos, he podido traer un poquito de su tierra en esta época de confinamiento.

Y para quienes no lo han probado, o no saben que es, es un bollo parecido a la mona de pascua, o al roscón, una bollería tradicional dulce, bastante fácil de preparar y de comer.

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:

Comenzamos templando la leche, no más de 36º C y disolvemos en ella la levadura y le añadimos el azúcar

En un bol ponemos la harina junto con las ralladuras,lo mezclamos bien, incorporamos los huevos ligeramente batidos y la leche con azúcar y levadura.

Después añadimos el aceite y el anís. Es una masa bastante espesa que hay que trabajar, para ello amasamos durante un minuto y la dejamos reposar otros 10. Repetimos este proceso unas 3 veces queremos una masa elástica.

Ponemos la masa en un bol engrasado y tapamos para dejar levar hasta doblar volumen a temperatura constante, durante aproximadamente una hora.

Pasado el tiempo, ponemos sobre la mesa para desgasificar formamos una bola grande o alguna más pequeñas si queremos que sean individuales.

Ponemos en una bandeja de horno con papel y volvemos a dejar levar.

Cuando esté listo, hacemos un corte en forma de cruz arriba, pincelamos con huevo y ponemos azúcar con unas gotas de agua.

Metemos en el horno precalentado a 190ºC durante unos 40, aunque dependerá de hornos y del tamaño del pan.


Besines,

Hoy es Lunes de Pascua, ¿qué quiere decir esto?... Pues que estamos en Semana Santa aunque la verdad es que en Palencia hay cole, nos dan las vacaciones a partir del miércoles y toda la semana que viene. La gente que tiene pensando irse de viaje, a la playa o donde sea, le sale bien porque es temporada baja, pero a los hermanos cofrades?? Supone doble penitencia ya que los niños tienen cole y claro si quieren salir en la procesión o ir a verla no se puede porque al dia siguiente suena el despertador y la escena mañanera debe ser de poema.

La Semana Santa palentina es de Interés Turistico Internacional, aunque claro rodeada de Pucela y León normalmente nos la eclipsa, aunque la elegancia, sencillez, silencio y sobriedad hace que sea digan de ver, y no lo digo por ser palentina, que puede ser, ni tampoco porque sea cofrade, que también influye. Pero es que Palencia exite (cosa que ha quedado clara, ¿verdad César?) y su Semana Santa también. Si no habeis venido nunca a mi pequeña gran ciudad este es un buen momento, y podreis disfrutar del cariño de los palentinos, de nuestra gastronomia y posiblemente en estas fechas aún de nuestro frio clima.

Pues como ya os lo comenté el año pasado cuando preparé la Minicake de limonada con los nazarenos de fondant, soy cofrade, de una de las cofradias más antiguas de Palencia y con mas hermanos, "los morados". Yo soy nazarena por tradición familiar y por devoción, porque a mi no me hicieron al nacer, me lo tuve que currar y demostrar a mi padre que no era un antojo, los lloros que he tenido porque decia que tenía que ir de manola o de negro. Asi que me vestía con los colores de la cofradia en estas fechas, que además son los colores de mi ciudad: el morado, amarillo.

Debo decir si debo elegir una procesión os recomiendo la del Silencio a la 1:00 del viernes santo por la calles de la Palencia antigua, con las luces apagadas, procesando solo el paso que denominamos "el abuelo" iluminado por las velas que guian el paso y a los cofrades. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta, yo reconozco que hay niños quienes esto le puede dar miedo. Recuerdo en Torrevieja que los cofrades daban caramelos a los niños.

Pues yo he intentado endulzar un poco con estas galletas acordes a la cofradia, aunque una amiga y hermana cofrade me ha dicho que estan muy logradas pero que le faltan los pies descalzos, pero bueno, es que todo no puede ser. Son de mantequilla y chocolate cubiertas con fondant y glasa.
Bueno quienes esten de vacaciones a disfrutarlas aunque creo que vamos a tener una semana pasada por agua.