Pese que aún no está lloviendo como sería necesario para esta época del año y más para los amantes de la micología el finde fue mi marido a dar una vuelta por el monte a ver como estaba la cosa. Y tuvo suerte, trajo a casa: Boletus, Cantarelus y Trompetas de la muerte que son las que he usado para preparar este rissoto que nos comimos ayer. Decir que está bueno es quedarse un poco corto, estas setas tienen bastante sabor por lo que casi no es necesario agregarles nada, ellas solas aportan un color y un sabor con el que llenar el plato. Pero ya que usaba productos de calidad, el caldo no podía ser menos, y claro debía ser Aneto.

Hay que aprovechar lo que la naturaleza nos ofrece, por lo que es tan importante cuidar el medio ambiente.  En casa somos muy de montaña, de dar paseos por el campo y disfrutar de esos ambientes.

Bueno pues para empezar la semana una receta rica y fácil de las que nos gustan a todos.

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:

Lo primero tras limpiar las setas, las vamos a trocear a groso modo y las salteamos en una sartén con los dientes de ajo bien picaditos y pizca de sal, tapamos y dejamos unos 3-5 minutos. Escurrimos y reservamos.

Ahora ponemos aceite y vamos a pochar la cebolla bien picadita con una pizca de sal hasta que esté tierno. En ese momento agregamos el arroz a fuego medio mezclamos bien, e incorporamos el vino y dejamos que se evapore el alcohol. Incorporamos el agua que hayan soltado las setas y un poco de caldo que tenemos calentando en una cazuela.

Vamos añadiendo caldo a pocos y sin dejar de remover. Cuando casi no nos quede caldo ya agegamos las setas y el resto del caldo.

A los 5 minutos agregamos la mantequilla y el queso.

Servimos y listo.

Besines,